
Es posible que el pasado más oscuro de Ana Julia Quezada Cruz, de 43 años, llame ahora a su puerta. Este domingo, la Guardia Civil la detuvo en Vícar (Almería) cuando trataba de acceder al garaje de su casa con el cadáver del pequeño Gabriel en el interior del maletero del coche que conducía.
Horas después, la Policía Nacional de Burgos desempolvaba sus archivos para analizar con mayor detalle si la dominicana tuvo algo que ver con la muerte de una niña de cuatro años a la que ella cuidaba y que se tiró por una ventana.
Aquel caso se cerró como una muerte accidental. Pero los agentes temen ahora que no fuese así. La Policía burgalesa ya se encuentra revisando toda la documentación del suceso por si existe algún dato que se les pasara por alto. Ana Julia cuidaba de aquella niña y también de su hermana pequeña, de dos años.
Aunque a Ana Julia no se le llegó a considerar sospechosa como tal, los vecinos del barrio de Burgos donde sucedieron los hechos siempre vieron raro el supuesto accidente. En el caso del niño Gabriel, Ana Julia despertó las sospechas de los investigadores casi desde el principio.
Su testimonio era clave, ya que se encontraba junto a la abuela del pequeño, Carmen, cuando se le vio por ultima vez camino de la casa de sus primos en Las Hortichuelas (Níjar), adonde nunca llegó. El domingo se supo que su participación en su muerte ha sido determinante.
«Buena madre»
Ana Julia Quezada Cruz llegó hace cinco años por primera vez a Las Negras, una pedanía de Níjar a tres kilómetros de Las Hortichuelas. Hace tres años se instaló definitivamente en la localidad de la mano de una antigua pareja, Sergio.
«Amiga de mis amigos», «buena madre», dice Ana en referencia a la hija que tiene. Así se describía Ana Julia en su perfil de Facebook, donde colgaba fotos con la puesta en libertad de Miguel Ricart o la noticia de la condena de José Bretón por asesinar a sus dos hijos.
Durante las horas posteriores a su detención, por las redes sociales se difundieron numerosos bulos en torno a ella. Uno de ellos la vinculaba con la desaparición de una niña en Murcia en 2015 y se adjuntaba una foto de ella junto a una menor de aspecto similar a la que se le perdió el rastro. La Asociación SOS Desaparecidos ha emitido un comunicado desmintiendo que ambas niñas sean la misma persona.